Los hábitos que estarían poniendo en peligro su próstata y quizás usted no lo sabía

Próstata © IStock
Cuidar la salud en general, es vital para tener una buena vida, libre de enfermedades, por ello es clave prestar atención a los hábitos, ya que son esas pequeñas acciones que se realizan repetidamente y casi de forma sistemática las que determinan cómo será la salud de las personas.
En el caso de los hombres, por ejemplo, la próstata -aunque es pequeña (como del tamaño de una nuez)-, es muy importante en el funcionamiento masculino, debido a que se encarga de generar un líquido que forma entre el 20% y el 30% del semen, pero no solo ello, sino que ayuda a controlar el flujo de la orina y el semen a través de la uretra. Y, durante la eyaculación, bloquea temporalmente el paso de la orina. Cuidarse es clave, porque una próstata que está inflamada o agrandada (hiperplasia prostática benigna) puede comprimir la uretra y causar dificultades para orinar, como urgencia frecuente, chorro débil o sensación de vaciado incompleto.

Compense el tiempo que pasa sentado con ejercicio. iStock
Así, al prevenir o tratar a tiempo las afecciones prostáticas, se evita el malestar físico, el estrés y las posibles complicaciones que podrían afectar la vida diaria y la salud sexual del hombre. Si se detecta algún problema de manera temprana, los tratamientos suelen ser menos invasivos y más exitosos, lo cual reduce los riesgos y mejora el pronóstico. Por ello, es recomendable llevar un estilo de vida saludable, mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y acudir a controles médicos periódicos para cuidar la salud prostática.
Sin embargo, es clave dejar algunos hábitos que hacen daño al pequeño órgano masculino como son: El consumo excesivo de alcohol: Debido a que el alcohol además de irritar la vejiga, agrava síntomas como la urgencia urinaria y genera la inflamación prostática. Consumir muchas grasas: Una alimentación rica en alimentos ultra procesados se ha asociado con un mayor riesgo de inflamación y cáncer de próstata. Vida sedentaria y sin ejercicio: Estar mucho tiempo sentado, bien sea por trabajo o por gusto, hace que haya compresión en la zona pélvica, reduciendo la circulación sanguínea hacia la próstata y generando congestión prostática. Diversas investigaciones han demostrado que los hombres sedentarios tienen mayor riesgo de desarrollar hiperplasia benigna o cáncer de próstata.
Aguantar la orina: Hacer esto genera presión sobre la vejiga y la próstata, incrementando el riesgo de infecciones urinarias y cálculos.