La descertificación es un nuevo tropiezo en la relación entre Colombia y EE.UU.

Los presidentes de Colombia y Estados Unidos, Gustavo Petro y Donald Trump. Foto Presidencia/x @WhiteHouse
Gremios piden mesura al Gobierno Petro en este momento.
La descertificación de Estados Unidos a Colombia en el combate contra los cultivos ilícitos y el narcotráfico es un capítulo más del año de tropiezos que han vivido los gobiernos de Petro y Trump.
La relación ha sufrido sobresaltos desde enero pasado cuando afloró un amago de crisis diplomática por la decisión de Petro de no permitir el ingreso al país de dos aviones con deportados de EE.UU. alegando que no recibían un trato “digno”.
Tras la amenaza de Trump de responder a ese desafío con la imposición de aranceles a los productos colombianos, las aguas volvieron a su cauce, pero a lo largo del año han surgido más roces entre los dos gobiernos por diferencias políticas e ideológicas.
“No es momento de estar jugando con política ideológica electoral local, poniendo en peligro la relación con Estados Unidos”, el principal socio comercial y aliado estratégico en seguridad de Colombia, recordó hoy el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), Bruce Mac Master.
Por su parte, la Cámara Colombo Americana recomendó al Gobierno colombiano “presentar y ejecutar con urgencia una hoja de ruta con metas alcanzables y verificables que evidencie voluntad política y una mejora sustancial” en asuntos como erradicación de cultivos ilícitos, reducción de producción y tráfico, cooperación judicial y desmantelamiento financiero de las organizaciones criminales.
La descertificación
Para descertificar a Colombia, el Departamento de Estado estadounidense tuvo en cuenta que en suelo colombiano se concentran 253.000 de las 376.000 hectáreas de cultivos de coca en el mundo, según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
A pesar de esto, Estados Unidos mantendrá la asistencia a la fuerza pública nacional por considerarla “vital para los intereses nacionales”.
“En la práctica, la decisión preserva la cooperación bilateral, pero eleva la exigencia sobre metas y verificación”, señaló en un comunicado.
Con esa posición coincide el jefe de la misión diplomática de Estados Unidos en Colombia, John McNamara, quien dijo a Blu Radio: “Tenemos valores comunes, democráticos, y eso sigue fijo y de nuestra parte vamos a hacer todo lo posible para luchar con el Gobierno y el pueblo colombiano contra esa amenaza global” del narcotráfico.
Sin embargo, la respuesta de Petro ha sido beligerante, señalando que Colombia no puede depender o comprar más armas a los Estados Unidos y afirmando que lo entregado en estos años han sido “migajas”.
Por su parte, el ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, consideró como una “intromisión” del gobierno estadounidense la descertificación en el combate contra estos delitos.
Con información de EFE



