Alianza Informativa AS Colombia / Historia de Pablo Montaño
No diga Crystal Palace, diga Supercampeón de Inglaterra. Meses después conquistar la FA Cup, el primer título de su historia, los pupilos de Oliver Glasner mostraron sobre el terreno de juego una imagen infinitamente superior a la de sus aficionados en las gradas. Y a la del Liverpool de Arne Slot. “Siempre entro en los partidos con la confianza y convicción de que podemos ganar. Lo hemos demostrado contra Arsenal, Manchester City, Aston Villa o Liverpool. Si estamos a nuestro mejor nivel a nadie le gusta jugar contra nosotros. Con esta confianza, jugaremos la Community Shield”, afirmó el técnico alemán en la previa del encuentro. Así la jugaron y así la ganaron.
Dean Henderson volvió a hacer del césped de Wembley su jardín particular deteniendo al millonario Liverpool 2.0 de Arne Slot dos penaltis en la tanda. Durante los 90 minutos previos, hasta en dos ocasiones se adelantaron los reds son sendos tantos de sus debutantes Ekitiké y Frimpong, pero el conjunto del ‘orgulloso sur de Londres’ es, como bien definió su entrenador, un rival muy incómodo para sus rivales. Para todos ellos.
Si bien el comportamiento de los seguidores eagles dejó mucho que desear en las gradas durante los compases iniciales, gritando durante el minuto de silencio en recuerdo de Diogo Jota y su hermano André Silva, y protagonizando un acalorado bengaleo acompañado de una pancarta que decía ‘UEFA MAFIA’, igual de decepcionante fue, sobre el terreno de juego, la actuación protagonizada por Salah. Mientras que la estrella egipcia pasó completamente desapercibida, el rendimiento de los millonarios fichajes reds, especialmente el de Wirtz, fue de más a muchísimo menos. El primer título de la temporada en Inglaterra va directo a las vitrinas de Selhurst Park.
Con Gravenberch fuera de la convocatoria por el nacimiento de su hijo y Alexis Mac Allister, recién recuperado de lesión, en el banquillo, Arne Slot hizo debutar en Wembley, en partido oficial, a sus cuatro grandes y millonarias incorporaciones del verano: Florian Wirtz, Hugo Ekitiké, Milos Kerkez y Jeremie Frimpong. Y qué manera de estrenarse la de los 300M€ invertidos por el Liverpool este verano.
Ni cinco minutos tardó el exdelantero del Eintracht de Frankfurt, fichado por 95 millones de euros, en apuntarse el primer tanto como futbolista red. Gol de Ekitiké y asistencia de Wirtz, un tanto que vale su peso en oro. El dominio del Liverpool era total durante los compases iniciales y el 0-1, con un disparo raso desde la frontal pegado a la cepa del poste, fue la mejor prueba de ello.
© Matthew Childs (Action Images via Reuters)
Aunque los eagles consiguieron recortar distancias en el 15′ tras un penalti provocado por Virgil van Dijk, que Jean-Philippe Mateta se encargó de convertir desde los 11 metros, el fútbol, y el destino, fueron tan justos como caprichosos. La lamentable imagen protagonizada por el fondo del Crystal Palace al gritar y pitar durante el minuto de silencio en recuerdo de Diogo Jota y su hermano André Silva quedó aún más en evidencia cuando Frimpong, otro de los debutantes reds, anotó el 1-2 mientras sonaban aplausos en el fondo red al haber empezado el minuto 20 de partido. Qué cosas tiene este deporte.
El particular homenaje del sustituto de Trent Alexander-Arnold para el eterno número ‘20′ del Liverpool fue un supuesto centro al corazón del área que terminó derivando en una vaselina envenenada, e imposible de detener, para Dean Henderson. Algunos dirán que fue suerte; Frimpong, que se estrenó en Wembley con un golazo de bandera.
A Henderson le encanta Wembley
Además del ritmo y la velocidad de juego, que decayeron con el paso de los minutos tornando la intensidad de la final hacia una más propia de pretemporada estival, lo que también empeoró durante los segundos 45 minutos fue la puntería de los atacantes de ambos equipos. De casi todos, pero no la de Sarr. Aunque el senegalés marró una ocasión aún más clara que las dos desperdiciadas por Ekitiké minutos antes y que el mano a mano detenido por Alisson a Eze, el ‘7′ del Crystal Palace lo compensó devolviendo las tablas al marcador y poniendo la guinda a una actuación personal casi inmejorable. Un 2-2 que tampoco se entiende sin el pase, y la exhibición durante todo el encuentro, de Adam Wharton.
Pudo incluso remontar el equipo de Oliver Glasner en cuestión de un minuto, pero Kerkez taponó ‘in extremis’ el disparo desde el interior del área de Sarr. Una jugada en la que árbitro de campo y VAR dejaron impune una mano del recién introducido Mac Allister. Con todo y con eso, a pesar de que el Liverpool había perdido por completo el control del partido y quedó en los compases finales a merced de los eagles, el conjunto londinense no fue capaz de hincarle el diente al cuadro red. La final se iría directamente a penaltis.
La tanda no pudo empezar peor para el equipo de Arne Slot, y mejor para los londinenses. Salah hizo homenaje a su decepcionante actuación con un lanzamiento que se marchó directo a las nubes y Mac Allister se topó con Henderson. Otra vez el guardameta inglés, quien ya amargase con sus intervenciones al Manchester City de Pep Guardiola en la final de FA Cup disputada también en Wembley, volvía a colocarse la capa de superhéroe.
Aunque la parada de Alisson a Eze y el lanzamiento del debutante Borna Sosa estrellado en el travesaño dieron algo más de emoción a la tanda de penaltis, Henderson ya había escrito su nombre con letras de oro, otra vez, en la historia del Crystal Palace. El tiro de Harvey Elliott dio con las manos de su compatriota y el canterano Justin Devenny marcó el tercer y definitivo lanzamiento para los eagles. Contra todo pronóstico, y 300 millones de euros, el Crystal Palace es Supercampeón de Inglaterra.
